viernes, noviembre 10, 2006

NO.

Ya no hay salida. Verdaderamente, ya no hay salida. Por primera vez ya no tengo esperanza. Dolorosa realidad. Fría y estéril. Ya no. Soledad. Oscuridad. Sinsentido. Destrucción. Negra, negra noche. Ya todo, se vuelve contra mí. Un espiral de vacío infinito. Agujero. Vórtice. Desaparece todo. La vida ya no es vida. La estrella murió. Se desangra el sol. Llueven lágrimas. Todo está. Nada soy. Pasa. Permanece. Me levanto y me vuelvo a caer.

Risa, infinita y estridente. En el claroscuro bailo. Sobre un cadáver de payaso. Y me corto y no sangro. No tengo corazón. Ya estoy muerto. Un rictus en mi rostro. Es algo. Viste. Mirar no es posible. Cierra los ojos. Tápate los oídos. Grita, grita, grita! Danza esquizofrénica. Embriaguez.

Tangible, sensible, real. Ilusión, sueño, dónde estas. Oro y plata en mi vientre. Quiero vomitar. Ya no puedo volar. Alas y cadenas. Horizontes y barrotes. Vida y muerte. Muerto en vida. Caminas difunto. Podredumbre y gusanos. Ser alguien. Porqué no eres.

Que sientes ahora. Ritmo acelerado. Relojes tic-tac. Tiempo se va. Se acerca el abismo. Caminas a tu caída. Sigue y sigue. Quien te va a detener. No lo puedes hacer. Obedece y se feliz. Destruido y sin nada en ti. Desobedece, peca, muere. Rebelión. Castigo. Horca. Cadenas. Perro caminando. Abandonado y sólo. Libertad falsa. Hambre y una soga en el cuello.

Sin embargo. Por tanto. Porque. Porqué. Por qué. Pero. En fin. Que te queda. No te lo crees. La diosa razón está muerta. Y tu corazón también. Nada en el cielo, nada en el infierno. Y en el medio de los dos no hay nada también. Miles de demonios muertos de aburrimiento. Miles de ángeles durmiendo un sueño eterno. Dios apostando con el diablo. Tirando dados para decidir el destino de los hombres. Los hombres matándose. No saben hacer otra cosa.

Tierra y madre. Asesinato y crimen. Sangra y agoniza. Pero el dorado no deja de sonreír. Adelante. Más y más. El brillo nos embrutece. Las monedas no se comen. No puedes respirar ceniza. Matricidio. No hay culpables y los huesos se ven a través de la carne. Vientres hinchados. Vientres rechonchos. De aire. De gula. De hambre. De despilfarro.

Nada, nada y nada. Me queda algo. Yo no quiero seguir. Desobedezco. No soy igual. Mejor y peor. Inútil como todos. Pero me arranco los dedos. Me destrozo las piernas. Me saco los ojos con la lengua. Y escupo ácido por la nariz. Por la boca respiro fuego. Destrozo el mundo, me destruyo. Piso una tumba. La mía. El epitafio. El nombre. Morir antes de morir. Otro más. Pesadilla. No hay lugar en el cual despertar. Infinito. Retorno.