domingo, mayo 08, 2005

La Economía con ética es posible.

Para encontrar la relación entre ética y economía, es inevitable preguntarnos si el hombre está en función de la economía o esta está en función del hombre. Es decir, existe una disyuntiva entre dejar que las fuerzas del libre mercado sigan su curso “natural”, aún cuando implique un impacto social negativo o tener límites y controles para lograr una mayor equidad. La respuesta, parece aparente si somos miembros solidarios de la sociedad, pues sin duda diremos que debe haber una intervención de carácter ético en el sistema económico para garantizar una mejor situación social. ¿Pero esta es la respuesta definitiva y correcta? Sin duda para tenerla se necesitará realizar un pensado análisis.

Para saber si es posible tener una economía con ética, debemos aclarar las diferencias entre las dos. Así tenemos a la ética, que es el estudio de lo que “se debe hacer”, esto incluye el modo de ser, pero principalmente acciones relacionadas con los demás. La ética, por este motivo viene dada por la sociedad, en nuestro caso, una sociedad que pertenece al mundo occidental, que ha sido profundamente influenciado por las enseñanzas judeo-cristiana. En esta ética se nos propone la igualdad de todas las personas no sólo en oportunidades sino también en acceso a los recursos, que no serán asignados de acuerdo a su productividad sino a sus necesidades (entendidas estas como las vitales para la supervivencia digna). Es decir, el pobre debería recibir parte del ingreso del rico, porque este lo necesita más que el segundo. La economía clásica por su lado está, según palabras de Adam Smith, libre de la ética, pues el mercado se encargará de expulsar al agente que tenga esa carga extra de la que sus competidores están libres. Todo hombre actúa por su interés individual racional y los recursos serán asignados por el mercado, en otras palabras, tendrá más el que más produzca; esto es básico para tener una economía saludable dado que los estímulos promueven la eficiencia. Es decir, al rico no se le debe despojar de ninguna parte de su ingreso para transferirla al pobre, porque el rico produciría menos y la economía en su totalidad sería más pobre. Hoy por hoy, en la mayoría de economías del mundo incluido el Ecuador, se vive en un sistema económico mixto, llamado “Social de Mercado”, esto significa que a pesar de que se deja al libre mercado la fijación de precios, el gobierno tiene una intervención parcial, destinada básicamente a buscar una mayor equidad social. Esto ha probado ser efectivo dado que la mayor igualdad social genera estabilidad política y, por tanto económica, puesto que un país con menos desigualdades es más propenso a un desarrollo sostenido y libre de conflictos.

Así, podemos decir que una economía con ética es posible, pues a pesar de que la ética (basada en el sentimiento) y la economía (basada en la razón); funcionan en diferentes esferas del pensamiento humano, pueden y, es más, deben trabajar juntas. Dado que el protagonista de la economía no es el hombre económico, que se guía por la fría racionalidad y busca la mera ganancia monetaria; sino que es el hombre real, el que tiene valores y creencias y que encuentra satisfacción también en el beneficio de los demás. Debo decir también, que las decisiones que tome un economista, no deben estar guiadas únicamente por la simple teoría sino que debe estar conciente de su impacto social y su influencia en la calidad de vida del otro, de nuestro prójimo. En conclusión podemos ver, que la ética, al ser la base de toda sociedad civilizada, debe estar incluida en cada una de las actividades concernientes a la misma; y la economía, teniendo la importantísima y difícil tarea de la administración de sus escasos recursos, debe tener en esta, su guía principal.

1 comentario:

Unknown dijo...

Interesante comentario. La etica puede ser economica, y la economia puede ser etica.

Un abrazo