sábado, julio 02, 2005

TODO VALE MIERDA.

Estoy llegando a un punto de mi vida, en la que me doy cuenta finalmente del valor de las cosas... Todas las cosas, los sentimientos, las razones, los sueños; todo, yo, el infierno y el cielo; todo vale mierda.
Porqué ha de valer algo en este mundo de crueldad infinita, de dolor continuo, de sufrimiento constante y apabullante. No importa los esfuerzos que hagas, no importa si gritas, si lloras, si sonríes, si te sientes alegre o desgraciado. La vida se encarga de anular todo lo que hagas o trates de hacer. Tu eres un grano de arena tan mínimo que no eres trascendental para el universo. Si hay dioses a ellos no les importa un bledo tu salvación.
Que diablos sirve tener todo el dinero del mundo, si no puedes salvar de la muerte a los que amas; de que diablos sirve amar si no puedes ser libre; de que sirve saberlo todo si no puedes sentir nada.
La vida es un rayo entre la oscuridad, como lo dijo ya alguien, pero yo voy más allá; la vida es una burla de Dios para con la paz perfecta de la nada, el caos infinito de la creación no tiene su sentido más allá de ser un circo del sufrimiento, una tragicomedia continua, que tiene como protagonista a cada uno de nosotros.
Sí, el sentido de nuestra vida no es más que sufrir y la única opción posible, que no es para nada mejor, es embrutecernos y embriagarnos en los vanos placeres y gozos superficiales que ofrece el infernal mundo en que vivimos. Sumergirnos en el sexo, en la droga, en la búsqueda de quimeras, o simplemente en la abstracción y la negación de la realidad.
Olvidarnos de nuestra insignificancia, de nuestra soledad eterna, de nuestra existencia sin sentido; mediante el consumo obsesivo y exagerado de cualquier cosa que nos haga desaparecer aunque sea por un momento.
Cómo no tener deseo de escapar de esta terrible y opresora realidad. Cualquier medio es válido, pero el resultado siempre es el mismo, la instatisfacción, el dolor espiritual no se va. La herida en el alma no se cura por el cuerpo. La llaga sangrante no se cierra nunca, desde que adquires memoria y razón hasta que la pierdes. Hasta que el rayo de luz no se extinga, no dejarás de llorar y cuando tú descanses al fin, otros seguirán llorando, esta vez por ti.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.

Acabo de leer algo de tu blog. Sólo quería pasar a saludar y contarte que me ha gustado lo que has escrito, aunque no lo comparta o sí, da igual, simplemente aquello.

Danny

desde Madrid

Pegasus_sudaka dijo...

gracias Danny por tu comentario.
Es importante tener un "feedback" cuando escribes. En especial cuando lo sientes de verdad.