viernes, julio 08, 2005

YO NO CREO.

Un frío día, un día que no me gusta recordar, dejé de creer en Dios. Ese día acababa de morir un ser muy querido para mí y por esto la tristeza me invadió, pero no se limitó a este sentimiento sino que creció en impotencia y luego furia. O Dios era bueno y no podía hacer nada para evitar lo malo, o simplemente podía y no quería. De todas maneras o no era bueno o no era todopoderoso; y en cualquiera de los casos Dios quedaba reducido a la nada, para mí.
Ese día, mientras lloraba por una muerte prematura e injusta y llena de sufrimiento, miré hacia el cielo oscuro y busqué con todo mi corazón y con lo que me quedaba de alma, a Dios. Y en esta búsqueda desesperada y sin miedo ni cobardía, me encontré sólo. Me di cuenta por primera vez de lo grande y frío del Universo, de la debilidad de mi naturaleza, de la ausencia de protección y peor aún de la inexistencia de algún orden de justicia superior, que abogue por el bien y castigue el mal.
No había nada más que una sola y cruel verdad, el mundo era de los asesinos y los torturadores, el mundo era el reino del diablo, del mal encarnado en cada uno de nosotros.
Ser bueno no servía para más que convertir tu vida en un valle de lágrimas y luego ser arrancado de raíz de la tierra y arrogado al fuego de la muerte.
Y ahora tenía sentido todo cuanto pasaba en el mundo. Porque sólo sin Dios y bajo el reino del mal, podía ser el mundo así. Porqué si no, la nación que tiró la bomba en Hiroshima y Nagasaki ahora es la más poderosa del mundo, porqué los más crueles son los más poderosos y al fin los que ganan el juego de la vida. Porqué se mueren de hambre miles de niños en África, en Suramérica y en Asia, mientras legiones de obesos en los países del norte se atragantan hasta la gula y arrojan la comida a la basura. Porque los asesinos más grandes de la historia, dictadores infames han vivido vejeces llenas de reconocimiento y riqueza. Porqué se paga tantas muertes con cuentas millonarias en Suiza o Estados Unidos.

Y todavía hay gente que se atreve a decir que hay un Dios. Dónde está y si está, porqué no hace nada. Todos los días un niño llora desesperadamente pidiendo no morir de hambre; una madre le pide que salve a su esposo de un tirano o de un secuestrador, un padre le pide ayuda para conseguir un empleo y poder conseguir el pan con el sudor de su frente, una persona honesta le pide que la verdad salga a la luz, y yo le pido que haga algo más que estar en los altares. ¿Dios es sordo? O simplemente no hay nadie que escuche.

No creo en Dios porque no soy ciego, porque puedo ver las injusticias, las crueldades, las infamias, las lágrimas. No creo en Dios porque no soy sordo, porque puedo oír los gritos, los aullidos de dolor, las súplicas desesperadas pero nunca respondidas.
No creo en Dios porque aunque exista no hace nada, y si no hace nada no vale la pena ni siquiera inventarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

entiendo tu punto d vista... lo q t puedo decir es q el hombre es el único responsable de sus actos, supuestamente el hombre es libre d escoger entre el bien y el mal, y x tanto tiene q atenerse a las consecuencias, y muchas veces personas inocentes pagan x los actos d los demás...en lo personal, creo q todo se paga en esta vida...y q cada quien recibe lo q merece tarde o temprano, sé a lo q me refiero... y creo q aunque la vida a veces es injusta, ella misma se encargará de cobrar venganza...¿será esto acaso una ley divina?

Pegasus_sudaka dijo...

Mia, gracias por leer mi blog. Te quiero decir, que si somos realistas la única ley que que existe es la ley de la supervivencia del más fuerte. El mal y el sufrimiento no dejan a nadie fuera de su alcance. Justos y pecadores caen por igual ante el dolor y la muerte. Esto no significa que el dolor de los malos es una forma de pagar lo que han hecho, sino que son incapaces también de salvarse de la crueldad del mundo.

Anónimo dijo...

la crueldad es creada por el mismo ser humano...el mundo solo reacciona ante los actos y pensamientos de las personas. Si la gente buscara tanto beneficiarse a si mismo como el beneficiar a los demás, la vida sería mas digna y mas llevadera.
No necesariamente el más fuerte sobrevive, sino mas bien el mas astuto...

Lavadora Asesina dijo...

Yo creo que no importa si creas o no, eso va seguir pasando, Dios existe y no lo es todo, nosotros somos parte del universo como él. la guerra, la muerte y la hambruna son partes del que hacer humano, son las reglas de este juego.
Yo no soy dogmatico, no soy ateo pero me considero alguien que tiene amor al conocimiento y creo que la vida es dificil y ya sea que tu optes por la ley del mas fuerte(que naturalmente predomina), tienes que saber usarla, porke eso no significa que seas un ojete, el mas fuerte tiene una dinamica de respeto y de destruccion, porke el explota pero ala ves siembra o ayuda, no como estados unidos que solo destruye, aa cosas que surgen en la madrugada. Pro cierto nunca hbai visto tu blog pero curiosament la encontre porque estoy en uan busqueda de la "no creeencia". Que te la pases bien.